Estación 8

¿Por qué se no se reconstruyó el Ferrocarril? 

Desde su construcción, que demoró diez años, se pronosticaron dos grandes dificultades: una endeble planeación para construir sobre la complicada geografía, provocando un constante y costoso mantenimiento a lo largo de las vías férreas (incluyendo rieles, estaciones, postes y cableado eléctrico); y el financiamiento desde lo público y lo privado (cobrar impuestos extra, atraer inversionistas y generar ganancias en el corto o mediano plazo). 

Las lluvias provocaban deslaves y daños costosos. Rehabilitadas las vías, cada vez eran menores las cargas de mercancías y personas, probablemente por la falta de garantías. Finalmente, una tormenta en 1933 dejó inservibles varios tramos. El gobierno quetzalteco, junto a un grupo de vecinos, insistieron absurdamente en la reconstrucción del Ferrocarril, incluso lo solicitaron al presidente Jorge Ubico, que los rechazó por los altos costos que implicaba.

Textos elaborados por: María Belén Méndez Bauer y Mario Arturo Palacios Díaz