Estación 6

Explotación y trabajo forzado.

Para la construcción de este proyecto fue necesaria mano de obra especializada como herreros, electricistas, ingenieros, algunos con contrato formal, otros mediante un mandato ministerial por tiempo definido. Por esta razón, no todos los trabajadores tuvieron las mismas condiciones.

Sin embargo, los jefes políticos de Huehuetenango, Sololá, San Marcos, Totonicapán y Quiché reclutaron de manera obligatoria alrededor de 200 mozos para los trabajos. También se crearían poblados en Zunil, Almolonga y Santa María de Jesús en torno a la dinámica del ferrocarril. Según relatos orales, hubo presos que estaban cumpliendo condenas mínimas

Debido a las condiciones laborales precarias y de alto riesgo hubo numerosas fugas entre los trabajadores. 

Las personas que eran la fuerza de trabajo para la materialización del ferrocarril estaban en segundo plano ante los intereses de una élite local y la inversión extranjera.

Textos elaborados por: María Belén Méndez Bauer y Mario Arturo Palacios Díaz